“Cuando hablamos de
estupideces, enormes estupideces, estupideces de primera división, debemos
pararnos ante la campeona de todos los tiempos en cuanto a falsas promesas y
reclamos exagerados: la religión.
La religión ha
convencido a la gente de que hay un hombre invisible, que vive en el cielo, que
observa todo lo que haces cada instante de cada día. Y ese hombre invisible
tiene una lista especial de diez cosas que no quiere que hagas. Y si haces
alguna de esas diez cosas, tiene un sitio especial, lleno de fuego, y humo, y
personas que se queman, lleno de tortura y angustia, donde te enviará para que
vivas y sufras, y te quemes, y te ahogues, y grites y llores ¡por siempre y
para siempre hasta el final de los tiempos! Pero, ojo, ¡Él te ama!...
¡Te ama y necesita
dinero! ¡Siempre necesita dinero! Él es todopoderoso, todo perfecto, todo lo
sabe y todo lo conoce, ¡pero por alguna razón no sabe manejar el dinero!
Las instituciones
religiosas toman mil millones, no pagan impuestos, y siempre necesitan un poco
más.
Bien, querían una
gran historia de estupidez: ¡la estupidez sagrada!”
ZEITGEIST
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