“No es que nuestra
civilización sea tecnológica, es que la tecnología es nuestra civilización. De
ahí que resulte por lo menos equívoco y en el fondo peligrosamente ingenuo
hablar de “conflicto de civilizaciones” o “alianza de civilizaciones”, como si
hubiera dos o más, enfrentadas o conciliables.
Todos, incrédulos y
piadosos, cristianos y musulmanes, orientales y occidentales, vivimos en la
única civilización existente, la tecnocientífica. Unos ocupan la cabina de
mando o viajan en business class,
otros van como turistas o como polizones, algunos cuelgan arrastrados del tren
de aterrizaje y se congelan con las bajas temperaturas…
Pero todos vamos en el mismo
avión, al menos hasta que aparezcan los extraterrestres en su platillo volante.
Sobre el rumbo del avión y sobre las mejoras para hacerlo más acogedor y
confortable existen, claro está, numerosas doctrinas encontradas. Pero a fin de
cuentas es el avión tecnocientífico quien impone finalmente las condiciones
básicas que nadie puede rechazar.
Tal es el peligro que nos
abruma: no conocer ya razón común mejor que lo calculable en vistas de su
eficacia técnica, haber perdido el sentido abismal de lo incalculable como
emblema moral de lo propiamente humano”
Fernando
Savater: “La vida eterna”
No hay comentarios:
Publicar un comentario